Estar en casa y no poder más. Todo por en medio, los dos solos, el peque cansado y sin parar de reclamar mi atención. No puedo hacer nada, no quiere jugar, no quiere bañarse, no quiere leer...no quiere hacer nada. Ha sido un día largo para él, con poca siesta, es peque aún (eso me digo para intentar no colapsar) finalmente pienso, vamos a pasear. Salimos disparados de casa, llegamos a la zona de paseo...y no he cogido la mochila con lo básico e indispensable (muda de recambio, toallitas, agua, un par de galletas) NUNCA se puede quedar en casa, o en su defecto en el coche.
Pues eso.
Se le empiezan a caer los moquitos y no llevo pañuelos, se moja con la fuente y no llevo la camiseta, manos super sucias y yo sin toallitas...creo que no es necesario decir más. Siempre hay alguna madre o padre caritativo que nos lanza una mirada autocompasiva y comparte sus recursos porque ellos sí han cogido la mochila.