Trucos
Caldos
Palitos
Helados
Las verduras aguantan cocinadas más tiempo en el frigo que la carne y el pescado. Tener una pequeña previsión de lo que vamos a comer en la semana nos puede ser también de ayuda.
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Os recomiendo hervir las verduras que usaremos para los menús de un par de días e ir cocinando la carne y el pescado en el día.
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En vez de hacer un caldo de pescado y uno de carne, elaboraremos uno "neutral" que sirva para ambos. Podemos usar el caldo para hervir el pescado de la cena y usar algunas de las verduras de guarnición, hacer fideos con pollo o cualquier otra receta.
De este modo ahorraremos bastante tiempo y espacio en la nevera.
Hay días que los peques están un poco distraídos, cansados o simplemente un poco rebeldes. Se resisten a comer lo que hay en la mesa, pero tienen hambre por que nos piden otras cosas.
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Hacer la comida divertida es importante para ellos y despierta su interés.
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Los palitos (picos, grisines, mini rosquilletas o incluso verduras) les parecen graciosos. Una forma diferente y atractiva de comer puré, cremas, queso, guacamole casero, pollo desmenuzado con salsa…y cualquier cosa que se pueda dippear. Son también un buen aliado cuando comemos fuera de casa. Os invito a probarlo, pueden ser un buen recurso, ¡en mi caso funciona!
A los peques les va muy bien el frío para las molestias de las encías, y a los no tan peques les encantan los helados, como a todos. Hay helados bajos en azúcares en el super o mordedores con agua que se meten en el congelador.
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Lo que hacemos nosotros son helados caseros.
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Cogemos un par de frutas (muchas veces la que nos sobra del desayuno o merienda), trituramos, las metemos en el molde y al congelador. Tenéis los moldes en la tienda de la web :)
También hacemos leche merengada casera, o frutas directamente pisaditas al congelador en los alimentadores, o en tarrinas: volver a triturar antes de consumir para más cremosidad.
Fruta madura
Hay mucha fruta, sobre todo en verano, que puede madurar antes de que la usemos. Hay varias opciones antes de tirarla, os cuento lo que hacemos nosotros normalmente.
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Para aprovecharla, hacemos
galletas de avena.
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Cogemos la/s fruta/s maduras y las pisamos con el tenedor. A posteriori vamos añadiendo avena (podemos poner otras cosas como chía, canela, frutos secos picados...)
Aquí tenéis la receta. Ellos también pueden participar en la elaboración, les encanta aplastar la fruta y luego hacer la mezcla.
Muchas veces también comen, por lo que puede ser una merienda o almuerzo muy nutritivo y práctico.
Es una actividad perfecta para que se vayan introduciendo el mundo de la cocina, pues se lo suelen pasar muy bien y no mancha demasiado :)
Redirigir con distracciones
Cuando aparecen las rabietas, gritos y berrinches solemos vernos sobrepasados. Tenemos que hacerles saber que eso no está bien e intentar calmarles. Es bueno que se desahoguen y mostrarles nuestro apoyo, hacerles ver que la conducta no es apropiada y tratar de ayudarlos a gestionar este tipo de situaciones desde la comprensión y el respeto, intentando evitar gritos que los pongan más nerviosos y agraven la situación.
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Cuando estas conductas son por capricho o rebeldía lo mejor es distraerlos con otros estímulos y no prestar demasiada atención.
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Les invitamos a que se calmen, y les podemos proponer que nos ayuden a realizar cualquier tarea, que nos acompañan a pasear o simplemente si han visto la mosca que acaba de pasar; no os recomiendo dar un premio de calma al berrinche, pues pueden acostumbrarse y recurrir al mismo para obtener lo que desean, ni privarles de cariño.
Bucle de juegos
Los niños se aburren y cansan fácilmente de los juegos. Necesitan nuevos estímulos y distracciones frecuentes para mantenerse entretenidos.
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Podemos preparar una rueda de juegos para ir alternándolos a medida que se va cansando de ese tipo de juego.
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Elegimos, por ejemplo, un libro, pompas, un puzle, pinturas y un muñeco que le guste. Pretendemos que realicen actividades tanto de pie como sentados, y de diferentes niveles de concentración. Iremos pasando de uno a otro y al finalizar volveremos al primero. Suele funcionar, sobretodo si estamos fuera de casa que no podemos llevarnos muchos juguetes. También podemos alternar con un poco de música, o haciéndoles participar en algunas tareas de casa, como poner la ropa en la lavadora, sacar las cosas de la bolsa de la compra... ¡diversión asegurada para todos!